El nini, la hormiga y el
pájaro
Milton Acosta PhD
A partir de
cierta edad, y dependiendo de la familia de origen, comenzamos a preocuparnos
por el sustento diario. Solucionado esto, nos preocupamos por nuestro bienestar
y por el futuro. Cuando tenemos hijos, nos preocupan estas tres cosas por
ellos.
El asunto depende de la familia porque existen
los jóvenes trabajadores y existen los “ninis”. Se les llama ninis a los jóvenes
que ni estudian ni trabajan; sólo consumen. Consumen modas y tecnología, chisme
y charlatanería; consumen a sus padres, a otros habitantes de su casa y del
planeta. Sus vidas parecieran estar inspiradas en Jesús, quien dijo: “No se
preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, cómo se
vestirán. ... Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni
almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ...” (Mt
6:25-27).
Cuando los ninis oyen estas palabras de Jesús, escuchan
allí la voz de Dios diáfana y directa. Ellos son las aves del cielo y los
lirios del campo, bien alimentados y bien vestidos, sin sembrar ni cosechar ni
almacenar; no se preocupan por su vestido, no trabajan ni hilan; sin embargo,
comen platos y usan marcas que Salomón jamás soñó.
Las palabras de Jesús parecieran desautorizar a
Salomón, quien arremete contra el perezoso y lo ridiculiza diciéndole que
observe a la hormiga y aprenda a trabajar (Pr 6:6-11). La hormiga hace todo lo
contrario de las aves del cielo y los lirios del campo: recoge y almacena
alimentos en época de abundancia para tener qué comer en tiempos de escasez; y hace
todo eso sin que nadie la mande ni la gobierne. Sin embargo, parece que, aunque
Salomón se inspiró en la hormiga y aseguró su futuro y el de sus hijos, mejor
le ha ido al pájaro del cielo y al lirio del campo, porque Dios los alimenta y
los viste mejor de lo que logró Salomón con todo su esfuerzo. Ante esto, el
nini se alegra y la persona responsable se desconcierta. ¿Qué hacemos?
Varias de las enseñanzas de Jesús, planteadas
de forma absoluta, deben entenderse en términos de proporcionalidad, no de
tomar una cosa y eliminar la otra. Por ejemplo, Jesús dijo que para poder
seguirlo a él un discípulo suyo debía “aborrecer” (gr. misei) padre, madre, mujer, hijos, hermanos y hermanas (Lc 14:26).
El verbo griego (miseo) es claro; se
trata de odiar, de detestar. Sin embargo, ninguno de los discípulos de Jesús
tomó la decisión de exterminar a su familia. Las palabras tienen que ver con valorar
más una cosa (Jesús) en comparación con otra (familia). Por eso, algunas
versiones traducen este texto como “sacrificar el amor a” (NVI) en vez de
“aborrecer”, para evitar la violencia intrafamiliar en el nombre de Jesús. Además,
Jesús insistió en las responsabilidades de los creyentes con su familia (Mr
7:11-13).
Jesús era conocido como carpintero, no como
nini. Sus discípulos trabajaban en toda clase de oficios. El tema en el Sermón
del Monte no es el dilema de trabajar o no trabajar; tampoco es la previsión.
El tema es la angustia que produce la falta de confianza en Dios, la desintegración
que resulta de valorar más las posesiones que las relaciones, el desorden
emocional que trae ignorar el valor que tenemos delante de Dios, la inseguridad
que viene cuando desconocemos que nuestro futuro está en las manos de Dios, y
el sentido de la vida. Por eso nuestra mayor preocupación debe ser buscar el
reino de Dios y su justicia. En eso hay que ocuparse, al tiempo que nos ganamos
el sustento.
Por cierto, hay que ver lo que trabajan un
pájaro y una planta para obtener su alimento. Las plantas trabajan las 24 horas
y los pájaros inician labores antes de salir el sol. Las hormigas se quedan
quietas cuando baja la temperatura. Pero la hormiga sigue siendo modelo de diligencia,
mientras que las aves del cielo y los lirios del campo lo son de confianza en
Dios.
En síntesis, no es que la hormiga no confíe en
Dios y que el pájaro sea un holgazán. Jesús no fue el fundador de la cultura
nini, ni calló a Salomón. El tema de Jesús no es si somos hormiga o pájaro. Los
temas son la confianza en Dios, la cual se alimenta del conocimiento del valor
que tenemos sus hijos para él, y el reino de Dios y su justicia, lo cual
muestra que Dios es real y está entre nosotros.©2013Milton
Acosta
4 comentarios:
Simplemente sensacional esta reflexión.
Muchas gracias Milton Acosta!!
Excelente reflexión. Gracias.
También pienso que este fenómeno de los ninis se ha agudizado por la falta de oportunidades para los jóvenes, tanto en lo educativo, como en lo laboral. Las tazas de desempleo son muy altas entre los jóvenes porque no tienen Ni capacitación, Ni experiencia laboral, y no encuentran oportunidades para adquirirlas. Caen en un círculo vicioso.
El problema, desde este punto de vista es más profundo y merece considerar otras aproximaciones que muestren otras raíces de fondo. Aquí se hace necesario hacer algunas preguntas y varios por qués a las primeras respuestas para garantizar que no nos quedamos con respuestas superficiales.
Por qué los jóvenes no tienen acceso a la educación técnica y superior?
Por qué no hay suficientes empleos para los jóvenes que ya están capacitados?
Estás preguntas son apenas una muestra de hacia dónde podríamos orientar nuestra reflexión, sin dejar a un lado la reflexión de Milton.
Gracias.
Tremenda refleccion bendiciones
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