julio 30, 2010

Qué hizo Jesús de los 12 a los 30

Respuesta definitiva a un gran misterio

Milton Acosta, PhD

Esta pregunta me la hicieron recientemente; yo también me la hice alguna vez y descubrí que no estaba solo con mi inquietud. Es una pregunta válida. Aparece entre los “temas fascinantes para discusión en grupos.” De modo pues que prepárese porque ¡Llegó la hora de salir de la ignorancia!

La información sobre la vida de Jesús en los evangelios llega hasta la edad de doce años y continúa cuando ya tiene treinta. ¿Qué hizo Jesús? ¿Por qué no lo dicen? ¿Dónde está esa información? ¿Por qué nos la ocultan? Vamos por partes para poder asimilar sin problema la respuesta definitiva a nuestra pregunta.

Empecemos diciendo que no todas las respuestas son satisfactorias, especialmente para alguien que quiere saber de verdad. Por ejemplo, hay quienes pretenden hacernos creer que Lucas 2:40 es la respuesta, pero no lo es: “crecía y se fortalecía; progresaba en sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba.” Esto habla de lo que le pasó a Jesús, no de lo que hizo. Tiene que haber una respuesta mejor.

Algunos académicos han sugerido que tanto Jesús como Juan fueron parte de las comunidades de esenios de Qumrán y que allí estudiaron. Eso explicaría los “años de silencio.” La suposición se hace por algunas coincidencias temáticas entre las enseñanzas de Jesús y algunos documentos específicos usados por los esenios, como el texto apocalíptico Los Secretos de Enoc.

Esa respuesta tiene problemas, especialmente de lógica historiográfica. Habermas dice que (1) es ilógico pensar que si Jesús no se identificó con los fariseos ni los saduceos, entonces tenía que ser esenio; (2) si bien es cierto que existen similitudes en algunas enseñanzas de Jesús y de los esenios, también existen bastantes diferencias en temas como: legalismo, pureza, jerarquías, amistad con “pecadores” y muchas otros temas fundamentales; (3) el Maestro de Justicia de los esenios es muy distinto a Jesús; y finalmente (4) ¿Qué problema hay con que Jesús haya sido parte de los esenios si ellos también eran judíos? Vea pues cómo argumenta este autor:[1] Primero nos convence de que Jesús no era esenio, para luego decirnos que eso no cambiaría nada las cosas. ¡Cómo nos hace esto! Por eso, insistimos, tiene que haber una respuesta mejor.

En el segundo siglo después de Cristo se hicieron la misma pregunta, ¿Qué hizo Jesús entre los doce y los treinta años? Y también hubo respuestas. Como Jesús hizo milagros, los Gnósticos se imaginaron que Jesús desde niño empezó a desarrollar y perfeccionar sus técnicas taumatúrgicas; así, fabricaba pajaritos de barro, los echaba a volar y volaban; desde los siete años practicaba.[2] Pero quién va a creer un cuento de esos. Necesitamos una respuesta más convincente, indudable e incontrovertible.

Por eso, este gran misterio lo vamos a resolver aquí de una vez por todas. Sacar a la gente de la ignorancia y descubrir misterios es para un académico algo realmente emocionante. ¡Para qué se mata uno estudiando si no es para eso! Además, por la gran pasión del conocimiento, uno está dispuesto a dar estas respuestas hasta gratis. Así que prepárese porque llegó el momento de dar a conocer la respuesta a la pregunta ¿Qué hizo Jesús entre los 12 y los 30 años? La respuesta es: no sabemos.

Hay cosas que no sabemos por ignorantes y otras porque no se pueden saber. Cuando llegamos a esa conclusión podemos decir con absoluta certeza y sin lugar a equivocarnos que no sabemos. No existe registro sobre esos años porque para la historia que a los evangelistas les interesa contar, esa parte no es de interés. De Jesús no tenemos una biografía completa porque para la salvación de la humanidad lo que nos cuentan los Evangelistas es lo que importa, lo suficiente y lo necesario. Todo lo que se añada es especulación y suposición. Podemos suponer que Jesús aprendió el oficio de la carpintería con su padre José. Por eso Jesús es “el hijo del carpintero” (Mt 13:55). Muy sencillo, pero no tenemos más.

Hay temas bíblicos sobre los cuales uno tiene dudas. También es cierto que por defender ciertas cosas, a veces las autoridades académicas o eclesiásticas conspiran para ocultar cierta información, o ignoran ciertos temas. Este caso es distinto pues tenemos total certeza que no sabemos. Ahora yo pregunto, si sabemos tanto de Jesús, ¿Por qué nos interesamos más en lo que no sabemos? Preocupémonos mejor por lo que sí sabemos de él por el Nuevo Testamento directamente. ¿No le gustaría saber qué ha hecho Jesús desde su muerte hasta ahora?



[1]Detalles completos en Gary R. Habermas, The historical Jesus (Joplin: College Press Publishing Company, 1996), 75–81.

[2]"The Infancy Gospel of Thomas," http://legacy.owensboro.kctcs.edu/crunyon/ce/koran-rushdie/koran/infancy_gospel.htm. No se confunda con el llamado “Evangelio de Tomás.”