mayo 15, 2007

Adiciones y Sustracciones
Paradig-Ma-Temáticas Bíblicas

©2007Milton Acosta


La Biblia está llena de historias en las que de alguna manera se cumple el dicho “el que ríe de último, ríe mejor.” No es que el dicho se origine en la Biblia, sino que sencillamente se cumple tantas veces y de tantas maneras que es difícil no asociar una cosa con la otra. La lista de primeros que pasan a segundos (y a últimos) es casi interminable. De modo pues que unos cuantos ejemplos bastarán para comprobar este paradigma bíblico.

Cinco casos de Génesis: (1) Caín y Abel: A Dios le agrada el sacrificio del segundo, no del primero. (2) Ismael e Isaac: Ismael nació primero, pero no fue el heredero de la promesa. (3) Esaú y Jacob: Esaú nació primero, pero la bendición la recibió Jacob.[1] (4) Los once y José: José era el menor, pero fue más importante que todos sus hermanos. (5) El éxodo y la entrada a la tierra: Los que salieron de Egipto fueron unos y los que entraron fueron los hijos.

Dos casos de 2 Reyes: (1) Gejazi y Naamán: El israelita adquirió la lepra por la codicia y el leproso sirio fue sano. (2) Los oficiales del rey y los cuatro leprosos: Los militares no pueden lo que pueden cuatro leprosos, salvar la ciudad de Samaria del estado de sitio.

Uno de Ester: Aman y Mardoqueo. Amán es el oficial persa que prepara la muerte de los judíos para luego morir él y dejar al judío Mardoqueo en su lugar.

Cinco casos de los Evangelios: (1) Los fariseos y los pecadores: Los primeros se creían los primeros, pero Jesús pone a los pecadores en su lugar. (2) Los ricos y la viuda. Los ricos creen que dan más porque dan más, pero Jesús les dice que la viuda que dio menos, dio más. (3) El publicano y el fariseo: El fariseo se cree más piadoso por sus obras públicas de piedad, pero Jesús dice que el publicano es el justificado. (4) El siervo y los importantes: Los discípulos buscan los puestos importantes, pero Jesús les dice que los más importantes son los siervos. (5) la fe de los judíos y la de un extranjero: La exaltación más grande de la fe de un individuo la hizo Jesús de alguien que no era ni religioso ni judío; era un extranjero y además centurión.

Un caso de Hechos de los Apóstoles: Matatías y Esteban. Matatías es elegido para tomar el lugar de Judas, pero el Espíritu Santo eligió a Esteban el mesero para que predicara con poder y fuera el primer mártir.

Uno de las Cartas de Pablo: Los sabios y la escoria. Los sabios y estudiosos se creen más y con más derecho de hablar; Pablo les dice que a quienes Dios eligió no fue a los sabios, sino a la escoria del mundo, para avergonzar a los sabios.

¿Cuál es el mensaje de todo esto? Mucho se podría decir, pero digamos sólo un poco. La gracia no corresponde al derecho. El desagradable es agradable. Lo primero no es lo primero. El sentenciado a muerte termina gobernando. Lo menos es más. El que más se cree es menos. El impotente es poderoso. El no israelita es más israelita. El menor es mayor. El que no es elegido es escogido. El que sabe menos sabe más. El que tiene más tiene menos. El que menos da da más.

Esta es una temática que corre por toda la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Es realmente difícil no ver las betas de este mensaje tan paradigmático que casi debería ser elevado a la categoría de doctrina cristiana. Por mucho que para Dios resulte divertido, no nos creamos más de lo que somos. Las matemáticas bíblicas añaden y sustraen de manera distinta a los estándares y presupuestos humanos. ¿Ud, qué se ha creído?

©2007Milton Acosta


[1]Sin duda, varios de estos personajes usan múltiples artimañas para lograr su objetivo. Esto hasta se ha convertido en una categoría en el estudio de personajes bíblicos. Véase, por ejemplo V. H. Matthews, "Jacob the Trickster and Heir of the Covenant: A Literary Interpretation," Perspectives in Religious Studies 12 (1985).; Leland Ryken, James Wilhoit, and Tremper Longman, ed., Dictionary of Biblical Imagery (Downers Grove: IVP, 1998).; Susan Niditch, "Samson as Culture Hero, Trickster, and Bandit: The Empowerment of the Weak," Catholic Biblical Quarterly 52 (1990).

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