marzo 12, 2007

Un Gallo con Propósito



La memoria del gallo y la de Pedro
©2007Milton Acosta

El gallo es uno de esos animales domésticos encantadores tanto por su plumaje como por su personalidad. Además, es un animal muy útil. Desde la antigüedad y hasta la fecha, el gallo es un excelente despertador por su precisión al anunciar el amanecer.[1] En la cultura popular se dice que el gallo canta seguido por su mala memoria. Es decir, quiere cumplir con su deber de cantar, pero se le olvida que acabó de hacerlo. ¿Será por eso que se habla de tener “memoria de gallo”?[2] Si esto es así o no, habrá que investigarlo; lo cierto es que Jesús sabe que el gallo canta a ciertas horas, y utiliza su canto como ayuda nemotécnica para que Pedro recuerde algo de suma importancia.

El gallo llegó a Palestina procedente de la India. No se sabe la fecha exacta de su llegada, pero los hallazgos de Tell Michal muestran evidencia del gallo doméstico durante el Bronce Tardío. En el arte israelita aparece por primera vez en un sello de un tal Jaazanías del siglo octavo[3] (Cp. 2 Re 25:23 y Jer 40:8). En el Antiguo Testamento el gallo tiene un lugar de honor al comparársele con un rey por su “elegante caminar” (Prov 30:29–31). El Talmud Babilónico (Berakot 60b) dice que el canto del gallo debe ser una ocasión para bendecir a Dios por haberle dado al gallo la inteligencia para distinguir el día de la noche.[4]

El apóstol Pedro es más conocido por lo que afirmó, negó y olvidó que por lo que recordó y no dijo. Por lo que afirmó fue afirmado, lo que negó y olvidó Dios se lo perdonó. Pero gracias a lo que recordó y no dijo pudo arrepentirse e iniciar una nueva vida.

Los cuatro evangelios registran que Pedro negó tres veces conocer a Jesús después de haber dicho que estaba dispuesto a morir por él y antes de que el gallo cantara.[5] Esa es quizás la tragedia más grande y devastadora de la vida de Pedro. Al oír el canto del gallo Pedro recuerda las palabras de Jesús y se da cuenta del doloroso cumplimiento (Mateo 26:75). Jesús tenía razón: sus ímpetus de valentía se esfumaron ante la amenaza de los que tenían el poder para acabar con su vida. Pedro no dice nada, pero con su llanto amargo lo dice todo.

Pero Pedro no se quedó allí. Cuando Pedro recuerda lo que Jesús le dijo, ¿qué es lo que recuerda? Gracias al canto del gallo Pedro demuestra que, mal que bien, sí había escuchado a Jesús, y que tiene la capacidad de recordar sus palabras. Esa es una gracia y una virtud indispensable para el seguidor de Jesucristo. Ya quisiéramos todos los cristianos tener las dos posibilidades que nos conduzcan a una tercera: escuchar el gallo, recordar lo que Jesús ha dicho, y arrepentirnos de nuestra falta. Tampoco se nos debe olvidar que Pedro tuvo la oportunidad de negar a Jesús y luego escuchar al gallo porque, aún con miedo y todo, estaba ahí, pendiente de lo que iba a pasar con Jesús.

Curiosamente, el gallo “usa diversos llamados para mantenerse en contacto y advertir sobre peligros.”[6] Así, con el canto del gallo, Jesús se mantuvo en contacto con Pedro y le advirtió del peligro. Lo bonito de la historia es que Pedro cayó, pero por la gracia de Dios se levantó y después se convirtió en alguien que no sólo animó a otros en medio de las persecuciones y dificultades (las Cartas de Pedro), sino que, como lo cuenta la tradición, murió por causa de su fe en Jesucristo.

¿Ha escuchado el canto de un gallo recientemente? Bendigamos al Señor por el gallo, ave usada por Dios por hacer los que sabe hacer, cantar; nada extraordinario. Pidámosle a Dios sensibilidad para escuchar el canto del gallo, honestidad para arrepentirnos si hemos fallado, gracia para ser perdonados, y fe para ser restaurados, como Pedro.
©2007Milton Acosta

[1]Se debe anotar que no hay acuerdo sobre las horas exactas a las que canta el gallo durante la noche y la madrugada.
[2]Cp. http://buscon.rae.es/draeI/SrvltObtenerHtml?LEMA= memoria&SUPIND=0&CAREXT=10000&NEDIC=No
[3]Edwin Firmage, "Zoology (Fauna)," en Anchor Bible Dictionary (New York: Doubleday, 1992).
[4]Craig S. Keener, ed., IVP Bible Background Commentary: New Testament (Downers Grove, IL: InterVarsity, 1997).
[5]El hecho también aparece registrado en el Fragmento de Fayum. Véase, Harry Y. Gamble, "Fayum Fragment," en The Anchor Bible Dictionary, ed. David Noel Freedman (New York: Doubleday, 1992).
[6]Varios, Mundo Animal (Bogotá: Casa Editorial El Tiempo, 2003), 191.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE HAY DE CIERTO QUE EL CANTO DEL GALLO ERA EL TOQUE DE UN INSTRUMENTO MUSICAL.

Anónimo dijo...

ES MUY POSIBLE QUE SI FUERA UN INSTRUMENTO.. DE CUALQUIER MANERA EL MENSAJE QUEDA INTACTO SIN SER ALTERADO.. INSTRUMENTO O ANIMAL PERO TODOS NECESITAMOS ALGO QUE NOS RECUERDE LO QUE YA SABEMOS.. MUY BUENA REFLEXION.. GRACIAS